El pasado sábado 15 de diciembre el Diario Alerta publicó un artículo comentando que el ayuntamiento ya tiene el dinero suficiente para el derribo del Edificio Las Torres.
Después de leer toda la publicación he visto cierto paralelismo con el caso que abordamos anteriormente, el tema del levantamiento del Parque de la Ribera. Ilegalidad del ayuntamiento, curiosamente presidido por la misma persona en ambos casos, multitud de sentencias a lo largo de los años, y el mismo perjudicado siempre, el pueblo de Escalante.
Según leo, veo que la primera sentencia se remonta a la noche de los tiempos. Hoy, casi entrados en el año 2008, el ayuntamiento ha concluido la financiación para el derribo del edificio en cuestión. La Justicia vuelve a llegar al pueblo de Escalante, tarde, para que unos políticos, que nada tuvieron que ver en el pasado, se coman las ilegalidades que otros cometieron pasándose por sus partes las consignas dictadas sentencia tras sentencia.
«Todas las sentencias definen claramente la ilegalidad del edificio y la obligatoriedad del Ayuntamiento en derribarlo.»
«Rotunda ilegalidad agravada, más si cabe, al no dar exacto cumplimiento a la primera de las sentencias (la de julio
de 1990 del TSJC) que conllevaba el deber de la demolición de lo ilegalmente construído, y que, si se hubiera cumplido, habría cercenado de raíz la situación hoy tan gravosa de quienes adquirieron sus pisos y locales en escrituras públicas otorgadas entre los meses de julio a noviembre de 1992»
«Es hora de abordar, pero abordar con seriedad, el estudio de las causas que determinan la demora de la respuesta judicial y de los remedios para corregirla; y es hora de prever lo necesario para que situaciones como la que hoy grava a los recurrentes no se prolonguen más allá de lo absolutamente indispensable»
Creo que el artículo deja bastante claro de quien fue la culpa, como se ha llegado a la situación actual, cuales fueron las opciones para arreglar el desaguisado y miles de cuestiones que el pueblo de Escalante debería tener claro desde hace mucho tiempo, pero por desgracia, a día de hoy, todavía hay quien piensa que se actuó correctamente y se afanan en defender lo que desde un primer momento la justicia dictó como incorrecto.
Ojala que a partir de esto, sepamos mirar al futuro y avanzar con la lección aprendida para que el pueblo de Escalante avance con paso firme y seamos conocidos por la belleza de sus calles, el don de sus gentes, sus grandes fiestas patronales y no por artículos de prensa expresando el buen hacer de nuestros dirigentes en el pasado.
El Diario de Escalante 