Ayer asistí a una convocatoria anónima que programaba una reunión para tratar el tema del levantamiento del terreno ilegal ganado a la Marisma en el sitio llamado Parque de la Ribera.
Llegué un poco tarde, pero creo que pude tomar nota de lo que allí se estaba planteando, el pueblo, o parte de él, quiere luchar contra el levantamiento del relleno de la marisma y para esa lucha se quiere hacer oir y se plantearon varias propuestas: una fiesta con música en vivo, una manifestación, pancartas y llamamiento a los medios de comunicación para que muestren nuestro incorformismo a la sentencia del tribunal supremo que ordena el levantamiento inmediato de nuestro único centro de ocio.
El ciudadano tiene derecho a manifestar libremente su opinión, su rechazo o su punto de vista ante cualquier cosa, incluso antes causas perdidas como esta, lo que no me gusta es el insulto y el desprecio para poder ejercer ese derecho a defender lo que crea que es suyo y espero que mi pueblo sepa hacer todo esto cívicamente y sin recurrir a esos dos elementos discordantes, pero esta mañana me ha parecido que una de las pancartas expuestas en la carretera achacaba algo a los ecologistas que, aunque parezca mentira, no son los culpables de la situación que estamos viviendo con nuestro parque.
Fíjese si somos libres, democráticos y defensores de los derechos de los hombres, que el alcalde ejecutor del relleno ilegal se permitió el lujo de acudir a la convocatoria, mandar callar a la gente y pedir a la juventud que se movilice porque queda poco tiempo sin que nadie le abucheara ni le echase en cara que de aquellos lodos…
Ahora solo espero que tambien sepamos luchar contra las ilegalidades que todavia se siguen cometiendo en este pueblo, pero antes de que ocurran, no a escasos dias de ver como nos quitan un trozo de nuestra vida, porque hemos aprendido a vivir con un espacio que durante mas de veinte años ha sido escenario de muchos momentos imborrables y que ahora el estado LEGALMENTE tiene el derecho de quitarnos.